Introducción
Las zonas húmedas
son de los ecosistemas más castigados, degradados y amenazados por
la acción humana. Por una parte, se han usado como fuente de agua
para el hombre, sus campos y su ganado, por lo que se ha intentado
controlar. Por otra, cuando no cumplían ninguna de las misiones
antedichas, eran vistas como lugares insalubres a eliminar. Es por
ello que los humedales son uno de los ecosistemas más raros, más si
cabe en los países de clima mediterráneo como el nuestro. De ahí la
necesidad de establecer medidas de conservación y recuperación para
tan exclusivos enclaves, ya que además albergan seres vivos
adaptados a un ambiente muy determinado. Es por ello que muchas de
sus comunidades están recogidas como hábitat a proteger en la
Directiva Hábitats.
Este trabajo trata
de la descripción de vegetación y propuestas de medidas para la
regeneración de la zona húmeda de los Ojos de Monreal del Campo
(Teruel), UTM 30TXL3914, a 950 m de altitud. Se ha realizado a
partir de las visitas hechas los días 16 de junio y 4 de julio de
2000. Todas las citas florísticas tienen su correspondiente pliego
de respaldo depositado en el herbario JACA.
Descripción de la vegetación
Este humedal es
una zona de surgencias y manantiales que se encuentra en la margen
izquierda del río Jiloca, al sur de Monreal del Campo. La zona
inundable ha sido reducida mediante la construcción de un dique con
salida a un canal de riego (por donde se deriva la mayor parte del
agua) y al río Jiloca, además de diversas acequias de drenaje. La
vegetación predominante en el interior de la zona inundada es un
carrizal dividido en dos por el dique, rodeado de bosque de ribera,
y diversas zonas libres con láminas donde mana el agua de forma
continua (ojos). Fuera de la zona inundada, y antiguamente
inundable, está rodeado por juncales, choperas para madera, un área
recreativa con columpios y merendero. En el río Jiloca se han
realizado diversas tareas de dragado, y el material extraído en
dichas obras ha sido depositado de forma descuidada y arbitraria sus
márgenes. Se han construido también varias compuertas de regulación.
A continuación
comentaremos los cinco tipos de vegetación que hemos diferenciado.
Vegetación de ribera del río Jiloca
Las márgenes del
río Jiloca a su paso por los Ojos se caracterizan por la presencia
de un bosque de ribera que forma una estrecha banda de entre uno y
cinco metros de amplitud a ambos lados de la orilla del río. Esta
formación está compuesta por un estrato arbóreo con varias especies
como el sauce blanco (Salix alba), el tremolín o tremoleta
(Populus tremula), el chopo (P. nigra), y diversas sargas
o mimbreras (Salix atrocinerea, S, purpurea, S. fragilis); un
estrato arbustivo que lleva saúco (Sambucus nigra), majuelo o
espino albar (Crataegus monogyna), zarzamora (Rubus
idaeus), rosales (Rosa sp. pl.); y en el estrato herbáceo
encontramos Brachypodium phoenicoides, Avena barbata subsp.
barbata, Conium maculatum, Cirsium pyrenaicum, Poa pratensis,
Galium spurium, Tragopogon porrifolius, etc. Esta
formación la incluimos en la asociación Salicetum purpureo-albae,
recogida en el epígrafe 92A0 de la DIRECTIVA 97/62/CE.
Sin embargo, hemos
podido tomar algún inventario dominado por Populus tremula:
Inventario n.º 1
(040700B). Área: 30 m2. Rec.: 100%. Altura arbórea: 8
metros. Rec. herbáceo: 80%. 4-VII-2000.
Populus tremula
5.4; Salix atrocinerea 2.3; Sambucus nigra +;
Brachypodium phoenicoides 4.3; Poa pratensis 3.2;
Avena barbata subsp. barbata 2.3; Rubus idaeus
2.2; Phragmites australis 2.2; Conium maculatum 2.3;
Cirsium pyrenaicum +; Galium spurium +; Tordylium
maximum +.
En las cercanías
del aforo del río Jiloca, hemos encontrado una pequeña población de
una rara orquídea Epipactis hispanica Benito Ayuso &
Hermosilla, de la que hasta el momento sólo se tenía constancia de
su presencia en otras dos localidades turolenses, Albarracín y
Royuela (BENITO AYUSO & HERMOSILLA, 1998: 106).
Vegetación helófita del lecho del río
En algunos tramos
del lecho del río, allí donde éste se ha podido recuperar más
rápidamente del dragado, coloniza los remansos un tipo de vegetación
anfibia dominada por la presencia de las eneas (Typha latifolia),
junto con el lirio de agua (Iris pseudacorus), más el
carrizo, constituyendo el Typho angustifoliae-Phragmitetum
australis. Además, en las zonas donde hay más corriente,
encontramos los berros de agua (Apium nodiflorum y Rorippa
nasturtium-aquaticum), mas la verónica acuática (Veronica
anagallis-aquatica) y Epilobium hirsutum, formando parte
de la comunidad Apietum nodiflori Maire 1924,
nom. mut. prop.
A principios de
siglo, SENNEN (1910: 262)
citó en esta zona Hippuris vulgaris, una curiosa y rara
planta bóreo-alpina, que no se ha vuelto a ver en Monreal (MATEO,
1990: 210; López Udias,
2000: 428). Hemos intentado localizar el pliego de Sennen en
el herbario BCC con la ayuda de nuestro amigo Ll. Sáez y ha sido en
vano. Por otra parte la hemos buscado en la zona de los Ojos
infructuosamente. Esta es una planta rarísima en estos momentos en
Aragón, con sólo dos localidades confirmadas, una en Formigal,
Huesca (VILLAR, SESÉ & FERRÁNDEZ, 1997: 544) y otra descubierta muy
recientemente en la Sierra de Albarracín (PIERA & CRESPO, 2000: 38),
por lo que está recogida en el Catálogo Aragonés de Especies
Amenazadas (DECRETO 49/1995) en la categoría de sensible a la
alteración de su hábitat.
Carrizal
Formación herbácea
vivaz propia de los lugares permanente encharcados, donde domina de
forma avasalladora una gramínea alta, el carrizo (Phragmites
australis),
entre cuyas cañas pueden aparece otras plantas de zona húmeda como
Lythrum salicaria, Epilobium hirsutum, Scrophularia auriculata,
Carex acutiformis, Cirsium pyrenaicum, Althaea officinalis, Senecio
doria, ... atribuible al Magnocaricion, probablemente en
la asociación Caricetum acutiformis. Damos a continuación un
inventario representativo de este tipo de vegetación.
Inventario n.º 2
(040700A). Carrizal. Área: 30 m2. Rec.: 100%. 4-VII-2000.
Phragmites australis
5.5; Carex acutiformis 1.2; Poa pratensis 1.2;
Cirsium pyrenaicum 1.2; Lythrum salicaria +; Juncus
inflexus +; Conium maculatum +.2; Galium spurium
+; Althaea officinalis +; Scrophularia auriculata +;
Brachypodium phoenicoides +.2; Lolium perenne +.
Vegetación acuática
En la zona de los
ojos hemos podido ver algunos macrófitos acuáticos, entre los que
destaca Ceratophyllum demersum, Potamogeton pectinatus
y Myriophyllum cf. verticillatum amén de carófitos
diversos, en una comunidad que adscribimos al Potamo-Ceratophylletum
demersi, asociación protegida por la (DIRECTIVA 97/62/CE), bajo
el epígrafe 3150.
Por otra parte,
Ceratophyllum demersum, ya citado por (ASSO, 1779: 135) y (ZAPATER,
1904: 306) y Calamocha, hacia Luco de Jiloca (López
Udias, 2000: 943).
Juncal
El juncal es una
formación herbácea dominada por el junco churrero (Scirpus
holoschoenus), que suele ocupar la banda adyacente al
carrizal, allí donde no hay encharcamiento permanente pero si un
nivel freático alto. Probablemente ocupara una zona más extensa que
la actual, pero ha sido sustituido por plantaciones de chopo (Populus
× deltoides, P.
canadensis), en cuyas parcelas se han realizado canales de
drenaje para evitar el encharcamiento.
En la zona
oriental de esta zona húmeda, margen derecha del río, se puede
apreciar cómo el juncal está siendo invadido por hierbas menos
exigentes en humedad. Ello es debido al descenso del nivel freático
provocado por los canales de drenaje.
Vegetación nitrófila y ruderal
Ocupando los
márgenes de caminos, terrenos incultos, choperas de repoblación,
etc., encontramos un tipo de vegetación banal, que se caracteriza
por el oportunismo y la heterogeneidad. Así, podemos encontrar
plantas tan dispares como Verbena officinalis, Echium vulgare,
Picris echioides, Hypericum tetrapterum, Solanum dulcamara,
etc., junto con gramíneas más o menos higrófilas como
Holcus lanatus, Agrostis stolonifera, ...
Propuestas para la
REGERACIÓN
Para la
regeneración de los Ojos de Monreal proponemos las siguientes
actuaciones:
1. Evaluar el
volumen real de agua utilizado por el regadío de la huerta de
Monreal, y las épocas de uso. De esta forma, el agua que no fuera
necesaria podría ser usada por el ecosistema, pues permitiría
aumentar la zona inundable y además aumentaría el caudal circulante
por el río. La detracción de caudales del río hace disminuir la
fuerza de arrastre de sólidos del mismo, con lo que muchos se
depositan en su lecho.
2. Debería
evitarse en lo sucesivo el drenaje del río, pues ello provoca la
desaparición de las helófitas e hidrófitas que vive en los márgenes
y el lecho del mismo. Además, afecta en los lugares de extracción a
la vegetación leñosa de ribera. Provoca el descenso del nivel
freático de las zonas adyacentes, pudiendo afectar negativamente al
bosque de ribera si este fuera muy acusado, así como a los juncales
y choperas adyacentes.
3. La regeneración
de algunos tramos de la ribera del Jiloca ahora degradados, se
podría hacer de forma muy barata mediante la creación de un pequeño
vivero en alguna chopera adyacente, que se podría surtir de la
propia ribera mediante la poda controlada de estaquillas de los
árboles más sanos y mejor conservados. De esta forma nos
garantizamos una repoblación natural con ecotipos autóctonos. Las
especies a utilizar serían Populus tremula, P. nigra, Salix alba
y S. atrocinerea. También se podrían utilizar otros sauces
más raros pero presentes en esta zona como Salix purpurea o
S. fragilis.
4. Explorar en
diferentes épocas en busca de Hippuris vulgaris.
Una segunda línea
de actuación, que requerirá de mayores partidas presupuestarias y
unos plazos de ejecución mayores, podemos aconsejar las siguientes
medidas:
1. Con el fin de
elevar el nivel freático deberían cegarse o al menos disminuir la
profundidad de algunos de los canales de drenaje de los alrededores
de la zona húmeda para intentar recuperar los juncales adyacentes, y
de paso la superficie inundada.
2. Retirar los
montones continuos de tierra extraídos del río para eliminar la
barrera que ahora forman dichos depósito sen algunos tramos y que
dificultan el acceso del agua de escorrentía al cauce del río.
3. El dique
construido en el interior del carrizal impide la inundación de una
buena parte del mismo. En estos momentos dicho dique es utilizado
como vía de paso o paseo para uso recreativo, lo que permite
acercase a los ojos del carrizal para poder observar de cerca la
fauna. Por tanto no parece adecuado eliminarlo; sin embargo, sería
deseable que se inundara la parte oriental del carrizal tras el
dique para asegurar su supervivencia a largo plazo. Para ello se
propone la construcción de dos aperturas en el dique que permitan el
paso del agua, así como sendas pasarelas que permitan seguir
usándolo como paseo.
Por último, debido
a la presencia de dos comunidades amparadas por la Directiva
Hábitats, proponemos que el humedal de los Ojos de Monreal sea
incluido en la lista de Lugares de Importancia Comunitaria formando
un solo LIC con todos los humedales aragoneses de interés.
SINTAXONOMÍA
Potametea
Klika in Klika & Novák 1941
Utricularietalia
Den Hartog & Segal 1964
Ceratophyllion demersi
Den Hartog & Segal ex Passarge 1996
Potamo-Ceratophylletum demersi
Hild & Rehnelt 1965
Phragmito-Magnocaricetea
Klika in Klika & Novák 1941
Phragmitetalia
Koch 1926
Phragmition australis
Koch 1926
Phragmitenion australis
Typho
angustifoliae-Phragmitetum australis
(Tüxen & Preising 1942) Rivas-Martínez & al. 1991
Nasturtio-Glycerietalia
Pignatti 1954
Nasturtion officinalis
Géhu & Géhu-Franck 1987
Helosciadietum nodiflori
Maire 1924 (Apietum nodiflori Maire 1924 nom. mut.
prop.)
Magnocaricetalia
Pignatti 1954
Magnocaricion elatae
Koch 1926
Caricetum acutiformis
Sauer 1937
Salici purpureae-Populetea nigrae
(Rivas-Martínez & Cantó ex Rivas-Martínez & al. 1991)
Rivas-Martínez
& Cantó 2002
Salicetalia
purpureae
Moor 1958
Salicion
albae
Soó 1930
Salicetum purpureo-albae
Rivas Goday & Borja 1961
Agradecimientos
A Francisco
Comín y Paula Alonso que hicieron posible este estudio con su apoyo.
A José Miguel Tabuenca por la determinación de la Epipactis.
A Llorenç Sáez que me ayudó en la búsqueda del pliego de Sennen.
ASSO, I.J. (1779) Synopsis stirpium indigenarum aragoneae.
174 pp.
Massiliae.
BENITO AYUSO,
J. & C.E. HERMOSILLA (1998) Dos nuevas especies ibéricas,
Epipactis cardina y E. hispanica, más alguno de sus
híbridos: E. × conquensis (E. cardina × E.
parviflora), y E. populetorum (E. helleborine × E.
hispanica).
Est. Mus. Cienc.
Nat. Álava
13: 103-115.
DECRETO
49/1995 de 28 de marzo, de la Diputación General de Aragón, por el
que se regula el Catálogo de Especies Amenazadas de Aragón. Bol.
Oficial Aragón 42: 1270-1275. [www.aragob.es].
DIRECTIVA
97/62/CE del Consejo, de 27 de octubre de 1997, por la que se adapta
al progreso científico y técnico la Directiva 92/43/CEE relativa a
la conservación de los hábitats naturales y de la fauna y flora
silvestres. Diario Oficial de las Comunidades Europeas L 305:
42-65.
[http://europa.eu.int/eur-lex/]
MATEO, G.
(1990) Catálogo florístico de la provincia de Teruel. 554 pp.
Instituto de Estudios Turolenses. Zaragoza.
PAU, C. (1895)
Plantas recogidas por Don Juan Benedicto, farmacéutico de Monreal
del Campo, según muestras remitidas por el mismo.
Actas Soc. Esp. Hist. Nat.
24(1): 13-23.
PIERA, J. &
M.B. CRESPO (2000) Una localidad de Hippuris vulgaris L. en
el Sistema Ibérico. Flora Montiberica 14: 38-39.
SENNEN, F.
(1910) Plantes observées autours de Teruel. Bol. Soc. Arag. Ci.
Nat. 9: 173-184.
VILLAR, L.,
J.A. SESÉ & J.V. FERRÁNDEZ (1997) Atlas de la Flora del Pirineo
Aragonés, I (Introducción. Lycopodiaceae-Umbelliferae). XCI +
648 pp. Consejo de Protección de la Naturaleza de Aragón e Instituto
de Estudios Altoaragoneses. Huesca.
ZAPATER, B.
(1904) Flora albarracinense. Mem. Soc. Españ. Hist. Nat. 2:
289-338.
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