VI. Vegetación forestal
(también
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)
Los bosques del Parque se encuentran formando
manchas por los cuatro valles: Ordesa al W, Añisclo al S, Escuaín al ESE y
Pineta al NE (véase mapa). En este espacio protegido encontramos prácticamente
todos los tipos de bosques del Pirineo meridional calizo, si exceptuamos los
atlánticos del piso colino (robledales de Q. robur) y los pinares
de pino negral (Pinus nigra subsp. salzmannii) que se quedan a las
puertas. La superficie forestal apenas sobrepasa las 3300 Ha, lo que representa
poco más del 21% de la superficie del PNOMP (Villar
& Benito, 2005). Si se
incluyen los matorrales son 4370 Ha, aproximadamente el 28 % del Parque. En la
tabla adjunta se da la extensión absoluta y relativa de cada unidad tanto en el
conjunto del Parque como para cada uno de sus valles.
Bosques del PNOMP |
PNOMP |
Ordesa |
Añisclo |
Escuaín |
Pineta |
Sup. (Ha) |
% bosq. |
% sup. Parque |
Sup. (Ha) |
% bosq. |
Sup. (Ha) |
% bosq. |
Sup. (Ha) |
% bosq. |
Sup. (Ha) |
% bosq. |
Carrascales |
327,4 |
9,8 |
2,1 |
0 |
0 |
327,4 |
26,0 |
0 |
0 |
0 |
0 |
Quejigales |
151,9 |
4,5 |
1,0 |
3,5 |
0,3 |
5,0 |
0,4 |
143,4 |
30,0 |
0 |
0 |
Bosques mixtos |
226,4 |
6,8 |
1,4 |
0 |
0 |
209,5 |
16,6 |
10,2 |
2,1 |
6,7 |
2,1 |
Hayedo-abetales |
1.219,6 |
36,5 |
7,8 |
487,0 |
38,1 |
476,7 |
37,8 |
38,0 |
7,9 |
217,9 |
66,9 |
Salguerales |
40,5 |
1,2 |
0,3 |
3,3 |
0,26 |
0 |
0 |
0 |
0 |
37,3 |
11,4 |
Pinares de pino
royo |
1.026,2 |
30,7 |
6,6 |
579,5 |
45,3 |
142,3 |
11,3 |
286,7 |
59,9 |
17,7 |
5,4 |
Pinares de pino
negro |
351,7 |
10,5 |
2,2 |
206,1 |
16,1 |
99,4 |
7,9 |
0 |
0 |
46,2 |
14,2 |
|
3.343,9 |
100 |
21,4 |
1.279,5 |
38,3 |
1.260,3 |
37.7 |
478,3 |
14,3 |
325,8 |
9,7 |
|
En el PNOMP los hayedos y hayedo-abetales son los bosques
dominantes, con más de un tercio de su masa forestal, seguidos de cerca por los
pinares de pino royo con un 30%. A distancia, con un 10%, se encuentran los
bosques subalpinos de pino negro, prácticamente la misma superficie que ocupan
los carrascales. El resto son avellanares-bosques mixtos (c. 7%), quejigales
(4,5%) y salguerales (> 1%).
Dentro de los pinares de pino royo podemos destacar que los
más extensos son los de tendencia xerófila que ocupan las solanas, es decir, los
pinares submediterráneos (44,2%) y los pinares con erizón (c. 40%), mientras que
los pinares musgosos de umbría tan sólo suponen el 16%.
son los bosques dominantes, con más de un tercio de su masa
forestal, seguidos de cerca por los pinares de pino royo con un 30%. A
distancia, con un 10%, se encuentran los bosques subalpinos de pino negro,
prácticamente la misma superficie que ocupan los carrascales. El resto son
avellanares-bosques mixtos (c. 7%), quejigales (4,5%) y salguerales (> 1%).
Dentro de los pinares de pino royo podemos destacar que los
más extensos son los de tendencia xerófila que ocupan las solanas, es decir, los
pinares submediterráneos (44,2%) y los pinares con erizón (c. 40%), mientras que
los pinares musgosos de umbría tan sólo suponen el 16%.
Tipo de bosque (%) |
PNOMP |
Ordesa |
Añisclo |
Escuaín |
Pineta |
Carrascal |
9,8 |
0 |
100 |
0 |
0 |
Quejigal |
4,5 |
2,3 |
3,3 |
94,4 |
0 |
Avellanar-bosque mixto |
6,8 |
0 |
92,5 |
4,5 |
3,0 |
Hayedo-abetales |
36,5 |
39,9 |
39,1 |
3,1 |
17,9 |
Salguerales |
1,2 |
8,0 |
0 |
0 |
92,0 |
Pinares de pino royo |
30,7 |
56,5 |
13,9 |
27,9 |
1,7 |
Pinares de pino negro |
10,5 |
58,6 |
28,3 |
0 |
13,1 |
Debido a las diferentes orientaciones de los cuatros
valles, existen fuertes diferencias en la distribución de los tipos de bosque.
Veamos ahora las particularidades forestales de cada valle.
Ordesa es el valle más
nemoral junto con Añisclo y está dirigido de E a W. La primera mitad de la
solana del valle está ocupada por extensos pinares de pino royo, mientras que la
umbría está cubierta sobre todo por hayedos, abetales y pinares musgosos que
recogen la humedad de los frentes oceánicos. No obstante, estos tres tipos de
bosque también alcanzan la solana a partir de la zona media hasta Soaso y
creemos que se debe al estancamiento de aire frío en el fondo del valle, que
condensa la humedad, produciéndose un fenómeno de inversión térmica. Por último
diremos que Ordesa acapara más de la mitad de los pinares de pino royo y negro
del Parque.
El interés principal de las selvas de Ordesa reside en que
no han sido explotadas desde hace más de 85 años, siendo los hayedos del fondo
del valle de gran madurez, con una biomasa aérea importante, superior incluso a
la de los mejores bosques de haya de Europa (Antor
& García, 1995). En estos mismos
hayedos es donde se ha localizado recientemente la rarísima orquídea
Corallorhiza trifida. Sin embargo, estos autores opinan que no son estables
a largo plazo debido a la escasez de individuos jóvenes y a la relativa
homogeneidad en clases de edades que presentan, lo que se correspondería con
diversas etapas de recuperación de perturbaciones pasadas. Por otra parte, la
relativa abundancia de individuos jóvenes de abetos hace pensar en una futura
sustitución del haya.
El valle de Pineta tiene muy poca superficie
protegida por el Parque, lo que se traduce en una menor área de selvas, a pesar
de que el valle en su conjunto es el más boscoso. Las dos terceras partes de los
bosques protegidos de Pineta son hayedos o hayedo-abetales. Hay que destacar el
buen desarrollo que tienen los salguerales al ser al valle más amplio de los
cuatro, pero lo más remarcable es sin duda la presencia del bosque mixto de
terraza aluvial de mayor extensión y mejor conservado de todo el Pirineo
aragonés, que además de ser una rareza en sí mismo posee dos plantas muy
singulares, el amenazado zueco de Venus (Cypripedium calceolus), y una
reliquia glaciar, Salix daphnoides.
Escuaín
es un valle relativamente pequeño y su paisaje está muy humanizado, tanto que
carece de pinares de pino negro aunque presenta pinos aislados. En el conjunto
del espacio protegido presenta una continentalidad acusada que se muestra por
albergar el 94 % de los quejigales submediterráneos del Parque, mientras los
bosques húmedos ocupan poca superficie. Además c. de las ⅔ partes de los bosques
del valle son pinares de pino silvestre. Por fin, en espolones secos guarda
avanzadillas del carrascal en límite N europeo, aunque en superficie no
cartografiable a esta escala.
Ahora bien, el valle de mayor diversidad y contrastes
geobotánicos es Añisclo, debido a su longitud –más de 20 km−, a su
dirección zigzagueante N-S que unida a su estrechez posibilita la inversión de
pisos de vegetación por inversión térmica, a sus valles transversales cortos y a
su gran desnivel, que va desde el piso basal mediterráneo hasta el alpino. En
cuanto a comunidades forestales tiene de todo, pero en el conjunto del Parque
destaca por presentar la mayor parte de sus bosques mixtos-avellanares y
prácticamente todos sus carrascales. Otro dato que habla de su riqueza y
contraste es que una cuarta parte de su masa forestal es de carrascal, mientras
que más de un tercio es de hayedo-abetal, proporcionando bellos ejemplos de
atactofitia.
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